Método No + Diástasis

La diástasis abdominal o diástasis de rectos se define como la separación de los rectos abdominales. Los rectos del abdomen están unidos por un tejido conectivo que los mantiene juntos, cuando hay diástasis esta distancia aumenta y los rectos se separan.

Varios factores pueden causar diástasis abdominal, como el sobrepeso, una mala calidad de los tejidos, ejercicios inadecuados, como los abdominales tradicionales, y malos hábitos como el estreñimiento, la tos crónica o una mala postura.

Sin embargo, los factores más conocidos son el embarazo y el parto. Durante el embarazo, el cuerpo se adapta al crecimiento del abdomen, lo que puede distender los tejidos abdominales. Embarazos múltiples, poco tono muscular o bebés grandes pueden aumentar el riesgo. Asimismo, expulsivos largos durante el parto también pueden contribuir a la aparición de diástasis.

Uno de los síntomas más comunes es que el abdomen «no se siente como antes». Las mujeres con diástasis pueden experimentar peor postura, dificultad para mantenerse erguidas, dolor lumbar o abdominal, y sensación de inflamación o gases tras las comidas. A nivel estético, el abdomen puede verse más prominente, flácido o descolgado. Estos síntomas son causados por la debilidad de la faja abdominal profunda, que compromete la función del cuerpo en esfuerzos como cargar peso, toser o hacer ejercicio, y puede aumentar el riesgo de incontinencia urinaria, prolapsos pélvicos o hernia abdominal.

Una forma sencilla es tumbarte boca arriba, colocar los dedos en la línea media del abdomen y levantar la cabeza como si hicieras un abdominal. Si los dedos se hunden y hay un espacio entre los músculos rectos, es probable que tengas diástasis. Para confirmar el diagnóstico al 100%, realizamos una ecografía abdominal completa en nuestra consulta, donde medimos la distancia entre los rectos y evaluamos la calidad del tejido conectivo.